Bad Wolf
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Prologo: La bastarda Gyojin Esta historia comienza hace uno muchos años, en un una humilde casa de un remoto distrito de la isla Gyojin. Allí se encontraban una mujer tumbada en una cama sujetando entre sus brazos a una niña a la que había dado a luz ese mismo día, junto a ellas un hombre uniformado como la guardia del reino aguardaba con un semblante algo apenado.
“Su nombre será… Tamatori, es el nombre que él quería” Pronuncio sujetando a la pequeña niña cubierta por una manta entre sus brazos, el rostro de la mujer rebosaba alegría y satisfacción, aunque su piel se encontraba algo pálida, su mirada cada vez estaba más blanquecina “Por favor asegúrate de que la cuiden bien” Su rostro se volvió algo triste al recitar aquellas palabras mientras extendía hacia el soldado la niña.
“¿Estas segura de esto?” Pregunto el soldado mientras tomaba la niña entre sus manos “Mi tiempo en este mundo ya se acaba… Gaste mis últimas fuerzas para asegurarme de que ella pudiera llegar a vivir… Es una lástima no poder pasar con ella el tiempo que me queda, pero… Él no la puede reconocer, es imposible y… sería peligroso para ella que quien no debe descubra quien es… Así que… Por favor… Asegúrate de que tenga una vida segura y feliz” Junto a esas últimas palabras unas lágrimas no podían evitar recorrer el rostro de la madre.
Con resignación ante la situación el hombre abandono la estancia con la niña cubriéndola con delicadeza usando la sabana para que no fuera visible aprovechando que dormía, para terminar abandonando la casa saliendo a las peligrosas calles de aquel infame lugar. La mujer descansaría con una mezcla de tristeza y esperanza, exhalando poco después su ultimo aliento.
El hombre marchaba por las calles rápidamente, quería sacar a la niña de aquel lugar lo antes posible, aquel antro de mala muerte tenía la peor reputación de toda la isla, su misión era dejarla a salvo con alguna familia del reino. Aunque en el distrito gyojin era frecuente dejar a los huérfanos este era un caso especial, no podía abandonarla en un lugar tan peligroso.
Sus temores no eran infundados para nada, dado que no tardo en sentir un agudo pinchazo en su espalda acompañado del percutor sonido de un revolver. Había intentando evitar zonas con gente, buscando salir lo antes posible, pero ese intento de pasar sin ser visto lo llevo a encontrarse solo frente a la muerte “Ghraaa Ghraaa Ghraaaaa, pero que tenemos aquí… Un soldadito perdido” De las sombras de un callejón emergió un gyojin pulpo que en sus múltiples manos portaba hasta seis revólveres, su piel era grisácea decantándose ligeramente hacia un morado.
El mismo volvió a disparar en el torso del soldado dejándolo del todo abatido en el suelo, respirando a duras penas “Ghraaa Ghraaa Ghraaaaa, esto es tu culpa por salir de tu reino seguro y confortable, veamos… veamos… que tienes de valor” Antes de que el pulpo pudiera terminar de acercarse al soldado una figura imponente el doble de alta que él se plantó detrás suyo tocándole el hombro “Oye tu… ¿Se puede saber que estás haciendo?” El tirador se giró abruptamente con un rostro aterrorizado “Ehh… no veras… es… ¡es su culpa él me quiso detener!” Entonces salió corriendo hacia un lado como si le diera un miedo atroz el hombre recién llegado.
El gyojin que había llegado era muy alto, su complexión era fuerte, tenía una piel escarlata muy viva que inspiraba aun mayor respeto ante su presencia; él mismo se acercó hacia el soldado abatido para comprobar su estado, suspirando al ver que estaba a punto de irse, no había que revisar mucho, cuando ya has visto caer a tantos sabes la vida que le queda a los heridos. En lo que se planteaba que hacer con él se escuchó un llanto, el llanto venia de dentro del fajo de tela que el soldado portaba, tomándolo fácilmente con una sola mano, a parto lentamente la tela pudiendo ver a la pequeña gyojin “¿Un bebe?” La niña dejo de llorar quedándose mirando la cara del gyojin, no era como si dejara de hacerlo por miedo, es más parecía reírse como si su cara le pareciera graciosa.
De repente el hombre carmesí sintió una mano tomando su brazo, era el soldado desde el suelo, jadeando con sus últimas fuerzas “N… no… tiene madre… ni padre… por favor … no le hagas daño…” El hombre suspiro un poco “Este distrito nació para acoger a los huérfanos, nunca permitiría que se le haga daño a uno” El soldado no sabía si confiar en su palabra, pero tampoco tenía más remedio “Su... nombre… es Tama… tori…” No tardo muchos segundos en soltar su brazo cayendo sobre el suelo sin vida. El gyojin se levantó sujetando en su mano a la niña suspirando “Bienvenida Tamatori al distrito Gyojin…”.
La niña fue creciendo bajo la tutela de las calles, estando bajo la protección de uno de los grandes peces del lugar que eventualmente tomo una figura similar a la del líder de aquel territorio sin ley, a la que ella llamaba jefe. No fue una buena vida precisamente, ni muy agradable, allí constantemente se daban peleas hasta que alguien como el jefe aparecía para detener los disturbios, aunque se volvió inevitable ver a gente luchar a muerte desde muy temprana edad, no solo entre gyojin, los piratas frecuentaban aquel territorio y algunos despreciables humanos que venían a cazar tritones para venderlos como esclavos.
Era de las primeras cosas que aprendió, los humanos odian a los gyojin y que la mayoría de piratas son detestables que dañan a los demás para satisfacer sus propios deseos. Aunque respeta algunos piratas como sus compatriotas los piratas gyojin que de vez en cuando vuelven al distrito y narran su lucha contra los humanos. En parte los admiraba porque luchaban por los derechos de su raza y también cierta protección que su presencia implicaba frente a los ataques pirata contra el distrito o el reino cuando algunos acudían a la caza de esclavos, pero precisamente por todas las atrocidades que los piratas cometían le resultaba molesto que unos tan nobles gyojin cargaran con un tan despreciable título como el de pirata, ella lo veía así, se le hacía muy difícil discernir entre distintos tipos de pirata.
Fue de esta forma como la chica se volvió fuerte y adquirió una personalidad algo ruda a una tan temprana edad, las constantes luchas con humanos, los incidentes entre los propios gyojin del distrito, una entorno donde era bastante difícil crecer teniendo una vida feliz, aunque se aprende a encontrarla en las pequeñas cosas del día a día, a menudo acudía al reino Ryugu para visitar a su gente y enterarse mejor de todo lo que sucedía por la isla, gracias a un mínimo de sensatez aprendió en sus visitas al reino a mantener unos modales y unas formas que poco se hacían ver por el distrito, cosa que la ayudo a no meterse en problemas con el reino a diferencia de algunos de sus hermanos que no eran tan bien recibidos por los soldados.
Anqué ella era muy curiosa y no solía parar quieta explorando los rincones de la isla y sus alrededores, aunque más de una vez había terminado escapando de un rey marino, no es que trataran de hacerle nada, pero su presencia intimidaba. Solían acercarse a ella cuando iba a visita al antiguo barco Noah cerca del distrito Gyojin, ella solo quería explorar ese enorme navío con una gran ansia de averiguar quién habría querido crear un navío tan grande y con qué propósito, aunque era una lástima que ya solo fuera unos impresionantes restos de un naufragio.
Otro de sus sitios de interés era el bosque marino, por su extensa fauna y todos los navíos que allí terminaban naufragando de piratas, turistas y muchas veces comerciantes que solo buscaban pasar de un lado a otro de la red line y su destino era incierto. Era fascinante porque allí se encontraban muchas cosas curiosas de la superficie, en ocasiones periódicos y todo que si con suerte no se habían estropeado podía leer. Por ese bosque también encontró algo que le llamo la atención, y era la roca tallada de color oscuro, estaba algo musgosa y cubierta de algas y percebes por los laterales, aunque ella la solía limpiar porque le parecía muy interesante, aunque a simple vista solo eran dibujos raros para ella…
A pesar de sus intentos de evadirse y visitar otros lugares, aquella huérfana bastarda formaba parte del distrito gyojin, nació allí y creció en aquel entorno rodeada de violencia acumulando un resentimiento y odio hacia la humanidad año tras año, especialmente a los humanos piratas.
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